Aussie Love. Parte II
Ya, aquí la segunda parte de esta romántica historia para que vean que soy buenita y no me gusta hacerlas sufrir….tanto haha.
Bueno, así que al día siguiente, desperté muy temprano, creo que estaba amaneciendo, pensé ay que rico despertar así, me moví hacia un lado, por si mi nuevo amor eterno necesitaba su espacio, pero al voltearme hacia un lado el me abrazó mas fuerte y siguió durmiendo pegado a mi. Lindo el, les dije que era amor de verdad.
Al rato nos despertamos y comenzamos a hablar, le pregunte que edad tenia, a que se dedicaba y un montón de otras cosas….la verdad es que hablamos ene y parecía ser un mino muy interesante, además de simpático. Le encantaron mis uñas y a mi me encantaron sus pecas, cosa que no había notado la noche anterior.
Comenzamos a besarnos y nos quedamos toda la mañana en su cama, esta vez completamente solos en la pieza….conociéndonos mejor, obvio. Solo les diré que ha sido uno de los minos que más me ha gustado conocer en la vida….que manera de pasarlo bien con el.
Luego nos teníamos que ir para que hagan aseo en la pieza y el tenía que hacer check out y dejar sus cosas en la recepción. Cuando íbamos a levantarnos por fin, me pregunta «que tienes que hacer el resto del día?» yo en mi mente pensaba en las miles de cosas que tenia que hacer, pero mi respuesta fue simplemente: «nada», con una sonrisa de oreja a oreja. Ósea, obvio, que mas le iba a decir en ese momento! Me preguntó si quería pasar el resto del día con el, le dije que si, y nos fuimos de ahí.
Como estábamos en el centro, le dije que fuéramos para Providencia, porque en el centro no me ubico nada. El llevaba 4 días en Santiago porque había estado recorriendo todo Latinoamérica durante varias semanas y Chile era el destino final antes de volver a su país. Nos fuimos para mi comuna, en metro, porque el nunca había usado el metro de Santiago y había escuchado que era muy bacán y limpio. Yo odio el metro, pero igual salimos como a las 12 pm, así que no iba a estar tan lleno y el estaba mega emocionado por conocerlo.
Una vez que llegamos a Providencia me di cuenta que realmente no conozco ningún lugar turístico en Santiago, nunca hago cosas culturales, así que no se me ocurrió nada mejor que llevarlo al lugar que mejor conozco: al Costanera Center. Fuimos para allá a tomar desayuno, recorrimos algunas tiendas, conversamos muuuuucho y bromeábamos con que nos íbamos a casar y tener muchos hijos rubios y perfectos haha.
Estuve todo el día con el, paseando por el mall, por otras partes de Santiago y enamorándome por supuesto. Dentro de las cosas que más me gustaron de el, fue saber que tiene mi edad, es surfista, hace paracaidismo, le va bien en su trabajo, tiene ambiciones y le hace cariño a los perritos en la calle.
Lo divertido de todo ese día es que a medida que nos íbamos conociendo, veíamos en que cosas éramos compatibles y en cuales no, para saber si nuestro matrimonio iba a funcionar o no. Por ejemplo llegamos al primer dealbreaker cuando me dijo que le gustaba hacer camping y cazar. Yo odio los campings y la caza. El quiere vivir en una casa al medio del bosque y yo quiero una casa lo mas cerca del mall posible. Pero llegamos al acuerdo que el iba a irse de camping y caza con sus amigos mientras yo me iba a un hotel a descansar y que viviríamos en un bosque, relativamente cerca del mall y yo tendría un auto topísimo, muchos televisores y una señal de wi-fi mega potente. Que romántico!
Y así pasamos el resto del día, enamorándonos mientras recorríamos los lugares menos turísticos de Santiago. Luego, al final del día llegó el momento de despedirnos, ya que el viajaba esa noche de vuelta a Australia. Me dio un beso maravilloso, me miró a los ojos y me dijo: «se que te volveré a ver», yo, enamorada, le dije: «yo también lo se», otro beso más y aaaaaaa!!!! Corrí a mi casa a contarle a mis amiguis que había encontrado al amor de mi vida y que tenia que irme a Australia con urgencia haha.
Le envié por mail algunas fotos que le había tomado y el me respondió que iba a hacerse un Facebook y me iba a agregar. Yo creí que ya no existía ese tipo de gente que no tiene Facebook, pero resulta que a mi futuro esposo le carga la tecnología y odia Facebook, pero quería tener uno para estar en contacto con toda la gente que conoció en su viaje y para poner que estaba en una relación conmigo, ósea mínimo.
Así que nos agregamos a Facebook y durante varias semanas nos mandamos inbox, fotos y nos contábamos que habíamos hecho. Seguíamos bromeando con todo eso que nos íbamos a casar y ya hablando más en serio me dijo que tenia ganas de volver a Sudamérica y que le gustaría mucho que lo acompañe a viajar con el. Yo obvio que le dije que si, aunque tenía planes de hacer otras cosas, pero de todas maneras quedamos de vernos nuevamente y seguir en contacto.
Han pasado varios meses y hemos hablado poco últimamente, porque el por su trabajo se lo pasa meses lejos y en lugares donde no tiene buena señal, pero cuando vuelve a veces me manda algún inbox, o chatea conmigo si me ve online. Me pregunta cómo me he portado aquí en Chile y me dice que me invita a hacer hacer paracaidismo con el, que podría ir a verlo, yo le digo que me he portado excelente y que seria entrete ir a verlo, pero que a pesar de que no se cuando nos volvamos a ver….estoy segura que va a pasar, no se si para enamorarnos y casarnos como bromeamos siempre, pero con verlo de nuevo y revivir un par de días como aquella noche que lo conocí….en la calle, yo seria feliz.