Hacía mucho mucho mucho mucho mucho tiempo que moría por hacer este DIY. Y me alegro de no haberlo hecho el año pasado cuando compré los materiales, porque no habría sido del mismo tamaño y forma que decidí usar para mi nuevo rinconcito hygge y miren lo lindo que quedó. ¡Me encanta!
Este es un proyecto súper fácil de hacer y admito que me tomó menos tiempo del que pensé. No es súper económico, pero sí lo es en comparación a lo que costaría algo así en una tienda. Y mientras más barata puedan comprar la lana, mejor. Este DIY lo saqué del blog Say Yes y me encantó la combinación de colores que usaron en ese tutorial, pero el mío va más con el look de mi pieza y lo bueno es que cada una puede personalizar su alfombra como mejor le parezca.
Estos son los materiales que usé:
– Lana, mucha lana. Mi alfombra es de 77 cm de diámetro, ocupé unos 10 ovillos de lana en total (salían como 7 pompones por cada ovillo, o más si los pompones son más chicos), así que en total hice como 70 pompones. En Rosas, en el local Lanas Dina (21 de Mayo con Miguel de Cervantes) tienen mucha variedad y buenos precios.
– Tijeras de costura.
– Dos rollos de papel higiénico.
– Malla para alfombras, fácil de encontrar en Homecenter, Easy, etc. Hay varios tamaños, ustedes elijan el que quieran.
Asegúrense de tener mucho tecito para la tarde de pompones. Yo me dediqué a ver varios episodios de Outlander mientras armaba mis pompones. Me demoré dos tardes en tener todo listo, que encuentro no es tanto porque igual no avancé tan rápido como lo habría hecho de manera normal, pero cada vez que salía Jamie sin polera me quedaba pegada en la tele haha.
Paso a paso
Parten asegurando el hilo entre dos rollos de papel higiénico.
Y comienzan a enrollar.
La verdad es que es mejor trabajar con los rollos de papel aplastados, de lo contrario el pompón queda demasiado grande para lo que una necesita.
Luego toman una tira de lana como de unos 25 cm.
Y la pasan por el medio de los dos rollos de papel higiénico. Así podrán amarrar el centro del pompón.
Luego sacan los rollos de papel y aseguran bien el medio con un nudo doble. Hay que dejar colgando el hilo largo que usaron para amarrar el centro del pompón, porque con ese mismo hilo irán amarrando cada pompón a la malla para alfombras.
Y cortan ambos extremos.
¡Eso es todo! Repetir un millón de veces hasta que tengan la cantidad de pompones que necesitan. Pueden optar por dejar los pompones bien al lote como hice yo, porque encontré que quedaba más lindo, o redondear los pompones cortando un poco las puntas.
Si van a hacerse una alfombra redonda, pueden armar un compás en casa. Basta con cortar un hilo o lana del tamaño del radio que quieren para su círculo y luego amarran un palito o lápiz en un extremo y en el otro un plumón. Ponen el palito al centro, estiran el hilo hasta que no de más y van marcando con el plumón a medida que hacen un círculo con una mano y con la otra mantienen firme el palito que va al centro del círculo. El diámetro original de mi malla era como de 70 cm, pero cuando agregué los pompones quedó un poco más grande porque los pompones sobresalen del borde y esa es la idea, para que no se vea la malla.
Luego ponen todos los pompones encima de su malla y comienzan a amarrarlos a ella.
Yo como soy maniática, primero quise elegir dónde iba qué color y qué pompón, así que con todos los pompones encima fui amarrando uno a uno.
Los pasan por detrás de la malla y amarran con un nudo doble. Pueden cortar la lana que sobre, o meterla por debajo en caso que más adelante quieran cambiarle el look a la alfombra o achicarla, agrandarla, etc.
¡Y listo! Una linda y suave alfombra de pompones.
Love it.
Se supone que la idea es poner la alfombra a los pies de mi sillón y así tener los pies calentitos cuando comience a hacer frío. Pero la verdad es que la idea principal es que la puedan usar los gatos porque a ellos les encanta amasar las cosas de lana y la Chofi en particular ha disfrutado un montón su nueva alfombra. El Rucio se fue a echar en ella antes que tuviera los pompones listos…
…y Negrini últimamente no suelta el sillón. Mi otra idea era que la Chofi comenzara a usar más la alfombra y me ceda más el sillón, pero ahora Negrini va a echarse ahí todos los días y no sé, supongo que tendré que asumir que en esta casa nada me pertenece realmente hehe.
Ahí está la Chofi, incrustada en su nueva alfombra. La amasó un montón de rato antes de instalarse.
Lo único medio fome de este tipo de alfombras es que no son lo más cómodo de la vida para caminar sobre de ellas debido al nudo al medio de cada pompón, en mi caso da igual porque es más que nada para los gatos a quienes no les molestan los nudos y a mi me sirve para tener los pies calentitos mientras estoy en el sillón. Si alguien quisiera hacer una alfombra grande para caminar sobre ella, le recomendaría que pruebe con lana más delgada y pompones más pequeños. Y también recomendaría que se fijen en qué lanas gruesas se mantienen bien enroscadas y qué lanas se desarman más rápido, ahí pueden ver en el close up de mis pompones que algunos quedaron como con ene «frizz» y otros quedaron con los rulos más formaditos. Encuentro que la combinación de texturas también quedó bacán, pero vale la pena mencionarlo por si alguien quiere una alfombra con una textura en particular o que todos los pompones se vean iguales.
Espero que hayan disfrutado este tutorial y se animen a hacerlo si les tinca, yo encuentro que es el DIY ideal para la llegada del otoño y para mi nuevo rinconcito en mi nueva pieza.
Besis para todas, qué tengan un lindo finde.
3 comentarios. Dejar nuevo
Te quedo maravillosa! Encuentro que va perfecto con tu rincón y le da el toque.
Igual como regalo de cumpleaños encuentro que es bakan!
Hola Mila, Hace un tiempo te sigo mucho, me encanta todo lo que publicas, pero es primera vez que te comento y quiero saber, cuando mostrarás tu nueva pieza? me muero de ganas por ver como quedó. Saludos, eres sequísima!!
Yo también quiero ver cómo será tu dormitorio Mila!