Qué raro encontrar una receta navideña veraniega, ¿no creen? Pero lo logré y la probé y me encantó, es un helado de Navidad, que les juro, realmente sabe a Navidad.
La receta la saqué del blog Baked by Rachel y aquí la comparto en español, con una mini modificación y con una técnica para hacerla en casa sin la necesidad de usar una máquina de helados. Yo tengo una y eso fue lo que usé, pero como sé que no es tan común tener una, busqué una alternativa para que todas puedan probar este helado si se animan a hacerlo.
Aquí va la receta:
Ingredientes
– 1 taza leche entera
– 2 tazas crema espesa
– 1/2 taza azúcar morena
– 1/4 taza azúcar granulada
– 1/4 taza melaza (opcional)
– 1/8 cdta sal
– 1/4 cdta extracto de vainilla
– 1 cdta canela
– 1/4 cdta clavo de olor
– 1/4 cdta nuez moscada
– 1/8 cdta jengibre en polvo
– 5 yemas
Nota: La receta original tiene melaza y sé que es un ingrediente difícil de encontrar aquí. Yo tenía y lo usé, pero la verdad encontré que el sabor igual quedaba muy fuerte y habría preferido no usarlo. La melaza tiene un sabor como a azúcar quemada y deja un gusto un poquitín salado, es como una mezcla de un sabor entre ahumado, dulce y salado. Me gusta en algunas preparaciones, pero aquí no me gustó mucho y si es un sabor al cual no están acostumbradas, sugeriría no usarlo. También se sugiere usar trozos de galletas de jengibre en la receta, yo opté por eliminar eso también porque prefiero los helados sin tanta cosa crujiente, pero pueden agregar 1 1/2 taza de galletas al final de la preparación si así lo desean.
Instrucciones:
– En un bowl grande, poner una taza de crema espesa y un colador encima, reservar.
– En un bowl pequeño, mezclar las yemas de huevo, reservar también.
– Poner a calentar en una olla, a fuego medio, la leche entera, 1 taza de crema espesa, azúcar (puedes usar sólo azúcar morena si quieres), sal, vainilla y especias. Revolver hasta que el azúcar se haya disuelto y esté todo bien mezclado. Cocinar hasta que comience a echar vapor.
– Mientras revuelves las yemas, agrega cuidadosa y lentamente un poco de la mezcla de leche caliente al bowl pequeño con yemas y luego vierte toda la mezcla de huevos a la mezcla de leche caliente. Esto es para evitar que la mezcla quede como huevos revueltos.
– Continúa cocinando hasta que puedas pasar un dedo por la espátula o cuchara y la mezcla no se vuelva a juntar (según mi mamá a esto se le llama napar, lo que es yo, jamás había escuchado el término haha). Una vez que la mezcla llegue a ese punto, verter en el bowl grande con el resto de la crema, usando el colador. Luego enfría la mezcla dejándola en un bowl con hielo.
Si vas a usar máquina de helados: El siguiente paso es cubrir el bowl y dejar enfriar en el refrigerador hasta el otro día y luego preparar el helado según las instrucciones de tu máquina.
Si no vas a usar máquina de helados: El siguiente paso es cubrir el bowl (o transferir la mezcla al contenedor donde quieras guardar tu helado) y meter al congelador. Para que quede bien cremoso, es recomendable que vayas revolviendo el helado cada una hora, durante unas 3-4 horas o hasta que el helado haya logrado la consistencia deseada.
Se supone que los helados preparados sin máquina suelen cristalizarse, a menos que se use la típica mezcla de leche condensada y crema, pero yo probé eso una vez y no me gustó porque el sabor de la leche condensada es muy dominante. Lo bueno de esta receta es que según estuve leyendo, las yemas también evitan la cristalización, aunque les recomiendo recordar revolver el helado de vez en cuando, he escuchado que es la mejor técnica para lograr tener un helado perfecto sin la necesidad de usar una máquina.
Espero que les haya gustado la receta y se animen a hacerla, yo definitivamente le sacaré provecho a la máquina de helados que compramos con mi mamá y estaré haciendo varias recetas más y compartiéndolas con ustedes. Pero obvia que había que comenzar la temporada con algo súper navideño, ¡me cuentan si se atreven a probar esta receta!
Besis para todas.