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La pregunta del día 23 es: Tus gatos.
Este es un post que esperaba hacer hace mucho tiempo, porque tengo MUCHO que decir sobre mis guaguas. Ya tienen 5 años y han sido lejos los mejores años ever y no me imagino la vida sin ellos. Me encanta que cada uno tiene sus rutinas, sus gustos, sus personalidades y uno llega a conocerlos muy bien. Ellos también lo conocen a uno, pero como que les da lo mismo, lo importante es que uno sea un buen esclavo y sepa complacerlos todo el tiempo hehe. Por eso me gustan los gatos, porque hacen lo que quieren con una. Estoy segura que en todas mis vidas pasadas tengo que haber sido un gato yo también, de seguro.
La historia de cómo llegaron a nuestras vidas es muy linda y divertida. Nosotros tuvimos otro gatito, llamado Max (era un tabby naranja) que estuvo con nosotros 12 años. Muy poco después de él, llegó sola la Monona, una gata chica de tres colores que era súper loca, estuvo con nosotros como tres semanas y se fue. Nosotros comenzamos a buscarla por todas partes y no pudimos encontrarla, hasta que una vecina (una niña como de 8 años) dijo que ella sabía de quién hablábamos y que la próxima vez que la viera, la llevaría a nuestra casa. Al poco tiempo después, llegó con la gata, pero resulta que no era la Monona, era la Chofi, una gatita un poco más grande y muy regalona. Mi mamá le hizo cariño y le contó a esta niña que no era la gatita que estábamos buscando, así que la niña se la llevó de vuelta a la casa donde la encontró.
Al día siguiente, la Chofi comenzó a visitar a mi mamá, entraba por la ventana de la cocina y se quedaba a comer (porque aún teníamos comida de gato). Las visitas cada vez fueron más frecuentes, incluso a veces se quedaba a dormir en la casa. Mi mamá, como sabía de qué casa era la Chofi, fue tres veces a devolvérsela a sus humanos, no en la mala onda, pero para que ellos no se preocupen por ella. Esta gente era súper ni ahí, le decían otro nombre que era súper feo y que nunca jamás mencionaré (no era un nombre mala onda, pero era feo), y nosotros lo adaptamos a Chofi. Ellos sabían perfectamente dónde vivían mis papás, pero nunca fueron a buscarla, así que ella se quedó con nosotros y no se fue más. Obvia que no, si en la otra casa le daban pan con leche y ni la pescaban a la pobre.
Tenía su pelo feo, estaba flaca….pero de a poco comenzó a engordar y su pelo se puso muy lindo y engordó más y más y más…..hasta que un día mi tío abuelo, que vivía al frente, dijo «¡esta gata está preñada!», lo que confirmó las sospechas de mi mamá. La llevaron a la vet, la cuidaron y estuvieron ahí cuando tuvo a sus guaguas.
Nosotros pensamos que iba a tener muchos gatos y que tendríamos que darlos en adopción a todos o al menos quedarnos con uno….pero tuvo dos. Al Rucio primero y una hora después, a la Negrini, así que inmediatamente decidimos quedarnos con todos. Nacieron el 31 de octubre del 2011, para Halloween. La Chofi estaba con nosotros desde fines de agosto, de hecho mi mamá dijo que era mi regalo de cumpleaños porque yo estoy de cumple exactamente dos meses antes que las guaguas, quienes fueron bautizadas como William & Kate, porque todo esto fue más o menos en la época de la boda real.
Son más conocidos como el Rucio y la Negrini, pero además tienen como cien mil sobrenombres. A la Chofi le decimos, aparte de Chofi: Chofita, MC (por Mami Chofi), Bebé Eme Cé, Maléfica (cuando se porta mal y le pega a sus hijos), Malula (su nombre reggaetonero, inspirado en Maluma), Guagua Multicolor, Señora, Reina Sofía, Sofía Victoria (su nombre de realeza, luego adoptado como su nombre real). Al Rucio le decimos: Bebé William, Don Gato, Rinpoché, Guagüito, Bebecillo, Merenguito (porque tiene las patitas gorditas y blancas como un merengue), Bebé de Gato, Gordo, Pony. Y a Negrini le decimos: Chichi, Chichini, Su Chichinidad (por Su Santidad) Chichidangui (porque le decimos que se compró un balneario inspirado en Pichidangui haha), Querubina, Bebé Querubina, Bebé Negrini, Salshisha, Salshishita, Salshisha voladora (el Rucio es la Salshisha de Pavo porque cuando estira las patitas de atrás y abre los deditos, se parecen a esa cosa blanca que le ponen a los pavos asados haha, y la Chofi es la Salshisha Vegetariana porque ama las verduras como el brócoli, los espárragos y los palmitos). De verdad podría seguir y seguir contándoles sobre sus sobrenombres, pero no quiero seguir avergonzándome haha.
Y cada uno tiene sus gustos y sus rutinas. Por ejemplo en las mañanas al Rucio le gusta acompañar a mi papá a afeitarse en el baño y le conversa, le pide agua de la llave y luego mi papá le deja su bata encima de la cama y él se acuesta ahí, amasa un poco y se queda dormido. A Negrini le encanta que le den leche tibia, a veces mi mamá prepara leche en polvo, casi nadie consume mucha leche en la casa, entonces así dura más. Y Negrini cuando escucha que están batiendo la cuestión, llega corriendo a pedir un platito con leche, le encanta. A la Chofi le gusta ir a ver quién sigue acostado para regalonear un ratito más, además es friolenta entonces siempre disfruta estando pegadita a uno, o espera a que te levantes de la cama o tu asiento para robarte el puesto porque está calentito y ella lo sabe.
Durante el resto de la mañana duermen harto y ya como a las 11 por ahí, se ponen más activos, te piden comida (les dejamos comida seca durante la noche entonces no les da hambre hasta más tarde porque siempre les sobra). Después de comer comienza el crazy time y se vuelven locos corriendo por la casa, a veces la Chofi persigue al Rucio o la Negrini, o el Rucio a cualquiera de las dos. Cuando el Rucio y la Chofi están jugando o «peleando» no les decimos nada porque entre ellos se entienden, pero cuando la agarran con la Negrini la defendemos porque ella se asusta y les pega fuerte para defenderse porque no sabe jugar hehe, se estresa mucho la pobre.
A la hora de almuerzo a la Chofi le encanta acostarse en la mesa, al final donde sobra espacio….No lo hace siempre, pero de vez en cuando y ya nos acostumbramos así que filo. El Rucio también nos acompaña, pero tiene su silla especial donde se sienta al lado de nosotros, otras veces igual se echa en la mesa haha. A veces si hay brocoli, palmitos, choclo o espárragos, entre los dos tratan de robar lo más que puedan porque no es lo mismo que les den en un platito aparte, la gracia es robar haha. La Negrini a veces está en el living mirándonos, otras veces en alguna de las otras piezas durmiendo y no pescando.
A veces les da hambre después de almuerzo, otras un poco más tarde. En general al que le hacemos caso es al Rucio porque la Negrini y la Chofi tratan de aprovecharse y pedirte comida en cualquier momento que te pillen en la cocina, pero el Rucio no pesca hasta que le da hambre, así que nos guiamos por él hehe. Y vieran cómo nos hablan cuando les preparamos la comida, es muy divertido. Como les damos comida húmeda, sacamos sus platitos, los ponemos en el mesón de la cocina, servimos una cucharadita colmada de paté en cada plato, calentamos un poco de agua y la mezclamos con el paté para que quede un poco más líquido y para que ellos consuman más agua. Todo eso puede tardar como 2 minutos y se desesperan y no paran de alegar desde que tomas los platos, hasta que se los entregas. La Negrini es la más exagerada, maúlla súper súper fuerte haha. Y si les damos snacks, el Rucio se desespera al punto que no puedo ni servirle snacks en el plato porque está todo el rato encima mío. Para comer comida húmeda a veces anda medio mañoso y te espera de lejos a que le lleves la comida hacia donde está y de repente se va y tienes que seguirlo para que coma. Está demasiado mimado y ya de verdad no hay cómo ganarle haha.
En la tarde a veces duermen harto, otras veces andan por ahí dando vueltas, jugando, meditando, las tardes son bien variadas. A veces se van a la terraza a tomar sol, a veces se quedan en el living, pero en general están donde una más está y si te vas moviendo por la casa, ellos también.
A todos les encanta supervisar cuando mi mamá está cocinando, o cuando va mi nana los jueves. Es divertido porque ellos ya la conocen bien y ella a ellos. Por ejemplo la Chofi la siente desde que sale del ascensor y sale corriendo a recibirla en la entrada, la ama. El Rucio igual va a saludarla una vez que ya está en el depto y la Negrini aunque no pesca tanto, igual va a revisar cuando termina de hacer cualquier cama donde ella quiera echarse después. Y me encanta que mi nana es súper tierna con ellos y los trata como guaguas y les conversa y ellos le conversan a ella.
Al final de la tarde andan más activos y te acompañan a todos lados, se acuestan a ver tele contigo en la sala de estar, o el Rucio y la Chofi se ponen a «pelear» en el pasillo de las piezas, al lado de la sala de estar, mientras la Negrini los ve. Es divertido porque si miras a la Chofi para que no le pegue al Rucio, ella lo empieza a lavar porque sabe que la estás viendo, pero si te das vuelta, le pega un coscacho haha. A la Chofi le compramos unas tablas de cartón corrugado en el Jumbo y le encanta rascarlas, le tenemos que comprar como dos por mes porque las rompe altiro. A veces los otros se echan encima de la taba y ahí va ella a sacarlos de ahí, es súper peleadora esa gorda.
En la noche se van turnando donde dormir. Hay períodos donde duermo todas las noches con todos, otros donde es sólo uno de los tres, o con dos gatos…y lo mismo le pasa a mi familia. A veces mi hermana duerme con uno, yo con otro y mis papás con otro, otras veces uno duerme solo mientras que los demás están llenos de gatos hehe. A veces me da risa porque la Chofi se echa en la cama de mis papás y terminan todos acorralados, onda ella está literalmente ocupando un lado de la cama y ellos dos el otro haha. Ahora tienen un baúl a los pies de la cama y le pusieron una mantita bien rica, así que eso ayuda a que no siempre los acorralen por completo.
A la Chofi muchas veces le gusta dormir en la cama, adentro, abrazada a ti o haciendo cucharita, como una mini persona. Es demasiado rica. Al Rucio a veces le gusta dormir adentro de la cama cuando es invierno, pero más a los pies. A la Negrini le carga todo eso y en general duerme a los pies, abrazada a tu patita, otras veces duerme al lado tuyo y te pide cariños y se duerme abrazada a tu mano. La Negrini es la más exigente de todos, casi todas las mañanas se pasea por la casa maullando súper fuerte, esperando que llegues a hacerle cariño, a cepillarla o a jugar con ella. A veces me despierta y la invito a la cama y se sube a pedirme cariños y ama que la cepillen, le encanta. Al Rucio igual le gusta y a la Chofi le carga. De hecho a la Chofi le gustan esos cariños medio brutos, esos cariños como los que le das a un perro grande. Y ama cuando llegan visitas porque va altiro a echárseles encima, los mira con cara de enamorada y les ronrronea, es muy fresca. También le encantan los niños y las guaguas, nosotros la molestamos porque decimos que ahí sale su instinto maternal, porque a sus hijos les hace bullying todo el día.
A la Negrini no le gustan mucho las visitas, pero cuando ya sabe que es alguien que ha ido al menos unas tres veces a la casa, deja de darle miedo y se aparece por ahí. Al Rucio como que también le da un poco lo mismo la gente, pero si hay comida él se acerca a ver qué hay para robar hehe.
De los tres, la Negrini es la que tiene más gusto de gato. Le gustan sólo las cosas que le gustarían a un gato normal. Al Rucio y la Chofi les encantan las galletas (esas de salvado por ejemplo), el Rucio se vuelve loco con esas galletas, a la Chofi le encantan las verduras y al Rucio igual, pero a ella mucho más. La Negrini a lo más toma un poco de leche y come un poco de jamón, o langüetea algo que tenga yogurt. Nosotros no les damos comida de casa, pero si quieren probar algo los dejamos pero en poca cantidad, porque les puede hacer mal. Es difícil decirles que no porque pucha que son insistentes.
Me encanta que los tres son súper activos y todavía hacen muchas travesuras. Por ejemplo al Rucio le encanta subirse a un mueble de la cocina, uno que es bien alto y donde hay un jarrón grande donde mi papá va tirando los corchos de vino para no sé, no sé si para juntarlos o qué, pero están ahí. Y el muy malo como sabe que el jarro está casi lleno, agarra los corchos cuando estás en la cocina y los patea y te pega con ellos. Además siempre está metido en todo y deja la escoba. Se mete adentro de muebles, de cajones, de cajas, de lo que sea. Es el más maldadoso de los tres. La Chofi no se queda atrás porque siempre anda escondida detrás de las puertas esperando que venga uno de sus hijos para atacarlo y también cuando abres la puerta de entrada sale al pasillo y se pone a maullar para que la pesquen los vecinos y cuando te la quieres llevar al depto, se echa al piso y se pone súper pesada, tan pesada que es casi imposible levantarla haha. La Negrini es la menos maligna, pero igual le encanta destruir diarios y revistas y a veces le da toda la maldad en la noche y si está en tu cama le da por atacar tus pies cuando se mueven. En invierno con hartas capas no es para tanto, pero en verano con pocas capas pucha que duele (y es imposible cortarle las uñas porque se mueren el escándalo).
A la Chofi le encanta pisar los teclados y le carga cuando hablas por teléfono, siempre se acerca y se pone a maullar como con quejidos y te pide atención. Y al Rucio le encanta echarse encima de todas tus cosas. Siempre que me llega un swap, él va a ver qué es y se echa encima, siempre que me compro algo, se sube a la cama y pisotea todo, es súper posesivo, así que prácticamente quiere dejarte claro que todo le pertenece. Y bueno, es verdad…todo lo que es mío es suyo, nada que hacer ahí.
Los tres son súper regalones, a la Chofi le encanta echarse encima de uno, al Rucio le encanta acompañarte especialmente si tienes una mantita para que pueda amarsar y siempre estira la patita y te toca y la deja ahí, y la Negrini ama los cariños pero cuando ella quiere, que por suerte pasa muy seguido. Además cuando está completamente dormida puedes aprovecharte y besuquearla y no te dice nada. Al Rucio tampoco le gustan mucho los besos pero una lo llena de besos igual y la Chofi acepta de lo más bien los besos, pero es una roteque porque inmediatamente comienza a lavarse, ni si quiera espera que te des vuelta para hacerlo.
Vivir con tres gatos es lejos lo más divertido que hay. Incluso el día más negro, más triste, mas terrible se te olvida teniendo la compañía de un gato, mucho mejor si es más de uno hehe. Me encantan porque son inteligentes, independientes, sabes que no te necesitan pero te tienen ahí porque quieren, sabes que cuando se acercan a ti es porque te consideran especial y cuando se ponen a regalonear contigo, es lejos el mejor momento del día.
Ya saben que soy toda una cat lover, toda una crazy cat lady….pero ahora también saben mucho más de los tres amores de mi vida.
Besis para todas.
6 comentarios. Dejar nuevo
Oye, yo que no soy muy amiga de los animales, quedé maravillada con tus gatos. Como que ahora entiendo por qué los amas y también yo los quiero.
Debo confesar que, durante muchos años odié con todo mi ser a los gatos. No sabes cuantas veces terminaba de ducharme, me envolvía en la toalla y cuando me secaba la cara sentía ese olor a pipí de gato, y me daba cuenta que algún maldito se había hecho en mi toalla… me acuerdo y me vuelven a dar ganas de colocarles una bomba. Así que aprovecho de preguntarte como lidias con ese olor de mieeeeeeeeeeeeeeercale?
Haaaaa, es que gaia, yo no lidio con ese olor. De hecho, prácticamente todos los que tenemos gatos de casa no lidiamos con ese olor. Los gatos que marcan territorio son los gatos que no están operados, o los que operaron ya muy viejos y quedaron con la costumbre. Los míos en el único lugar que hacen pipí es en su cajita y la arena es especial para cubrir olores y de todas maneras como ellos se alimentan bien, tampoco sería un olor tan horrible.
Así que para que veas, mis gatos son perfectos, porque si eso es lo único que te complica, te cuento que eso aquí no pasa. De hecho son súper limpios y la cajita se las limpiamos constantemente, las lavamos también con frecuencia y cambiamos la arena porque no les gusta que esté sucia o de hace muchos días hehe. De hecho ellos huelen súper rico, me gusta cuando se lavan y huelen a baba hehe a todos en mi casa les encanta y si le preguntas a cualquier cat lover te dirá lo mismo, es como olor a guagua, pero mejor haha.
Entonces ahora traslado mi odio a la gente que NO SE PREOCUPA DE SUS GATOS.
Eso! Esa es la gente que hay que despreciar, porque son de lo peor.
Me encantó conocer más de tus gatos y comprobar que las dinámicas son muy parecidas a las de mi casa. Tu Negrini vendría siendo como mi Pucca, la que más parece gato y no socializa tanto con los otros dos, a veces los mira jugar y jugaría que si pudiera hablar, diría que son unos cabros chicos tontos. Tiene orgullo de ser gata y no le gustan los abrazos, pero sí acercarse a ti cuando ella quiere, especialmente si hace frío.
Jerry es mi gato viejito y estoy un poco preocupada por él, justo por estas «peleas» con la Canela se le infectó un rasguño y como es tan peludo, nos dimos cuenta cuando estaba infectado. Ya le hicieron aseo quirúrgico y está con antibióticos, pero me da pena pensar que esto le pasa por viejito. Traté de explicarle a la Canela que no sea tan brusca, pero es una gata loca y joven, muy descontrolada. Y hablando de ella, me encanta lo cariñosa que es, lo pendiente que está de mis cosas y los maullidos distintos que tiene para expresar cada cosa. Los otros apenas hacen ruido (salvo cuando se trata de comer), pero ella maúlla mucho, incluso tiene un sonido especial para avisarme que está en mi cama y quiere el mejor lugar. Compartir con gatos es lejos lo mejor del mundo, yo me río tanto! High five de otra crazy cat lady.
Ay, a mi igual me encanta saber más de tus gatitos, es que son todos tan distintos y divertidos a la vez. Espero que tu gatito esté mejor y ya su herida haya sanado. Los míos todos hablan ene o se quejan o como dices tú, tienen distintos maullidos para expresar distintas cosas. No me imagino una vida sin gatos, sería lo más fome de la vida y de lo peor cuando es invierno y lo único que una quiere es dormir acurrucada con ellos (aunque más que acurrucada muchas veces es acorralada haha). Besos!