Ya ahora si que al fin tengo tiempo de contarles sobre mis vacaciones y aventuras sureñas haha. Se mueren que durante la semana que estuve en Valdivia y Pucón no dejó de llover y como si fuera poco yo llevé puras chalas y cero parka. Lo que si me salvaron ene unos mocasines impermeables que tengo y que sólo los lleve porque es lo único que tengo sin tacos y me imaginé que iba a ser necesario llevar algo más todo terreno.
En verdad me salvaron la vida porque fue lo único que usé durante toda la semana y aún así morí de frío porque el sol apenas se dignó a salir. Mal. Igual lo pasé súper bien porque andaba con mi familia y porque visité a mis abuelos en Valdivia y me junté con mi prima de Viña en Pucón.
Partimos el sábado al medio día rumbo a Chillán porque era demasiado largo el trayecto así que nos quedamos esa noche en la parcela de unos amigos de mi papá. Yo hace un año que no iba para allá, pero ahora encontré un motivo para querer volver. Hacia mucho tiempo que no iba a la parcela de los amigos de mi papá y había olvidado lo bien que lo paso ahí. Y por pasarlo bien me refiero a comer pan amasado con pebre y ser feliz haha.
OMG, es que se mueren lo rico que cocina la dueña de casa, aparte de amorosa prepara un pan amasado cuatico, así que no les voy a mentir, durante nuestra corta estadía en Chillán nos dedicamos a puro comer haha. Y bueno también a jugar con los perritos que son un amor.
En orden de aparición, Jack Perrow, la Estrella, la Canela y el Sicario.
Al día siguiente, el domingo, partimos nuevamente al medio día a Valdivia. Pasamos a almorzar a Victoria a una Hostal que se llama El Bosque, que a mi papá le gusta mucho. A mi no me mata pero igual estaba todo rico. Pedí una reineta al limón con papas duquesas. Originalmente había pedido una milanesa con papas duquesas pero era pura fritura así que no me tincó. Y las papas duquesas no las iba a cambiar por nada del mundo porque las amo. Ya, después seguimos hasta Valdivia, pasamos a dejar nuestras cosas en la cabaña y fuimos a visitar a los abuelos.
Como dato, les cuento que nosotros de toda la vida que hemos viajado a Valdivia. Antes nos quedábamos en un hotel que se llama Chalet Alemán, era súper acogedor y atendido por sus dueños. Después se comercializó y perdió la onda, aunque igual es bueno pero hace años que no vamos, así que empezamos a quedamos en unas cabañas que se llaman Puerto Pelicano, quedan en Niebla, o camino a Niebla….algo así. Bueno, es como 2 kms después de la Kunstmann. Se las recomiendo todo el rato porque son lindas lindas y lo mejor de todo es la vista que tienen, además tienen un jardín enorme, juegos, un mini bosque y un muelle. Es top, a mi me encanta ir para allá.
Yo hace 8 años que no iba a Valdivia y que no veía a mis abuelos (los papás de mi papá), pero fue bacán verlos. Y lo mejor de todo fue que para variar mi abuela tenía el patio lleno de gatos. Siempre hay gatos porque mi abuela les da comida, pero nunca entran a la casa porque generalmente son gatitos callejeros pero les gusta ir para allá.
Ahí está el Canito, el perro de mi abuelo y algunos de los gatitos.
Lo más emocionante de todo es que justo había un gato y dos gatitas que tuvieron gatitos!!! Una había tenido dos y otra tres, así que en total eran 8 gatos. Se imaginaran mi felicidad al verlos, ay es que son tan pero tan lindos que me los quería traer a todos para Santiago, estoy segura que al Rucio le habría encantado. A la Chofi y la Negrini no creo pero pucha….no puedo tener 11 gatos en un departamento haha. A todo esto ellos se quedaron con niñera aquí en Santiago así que cero sufrimiento durante nuestra ausencia, me tinca que ni se dieron cuenta que nos habíamos ido….
Ok, de vuelta a los bebés de gato, se mueren lo lindos que eran. Aunque cuando llegamos salieron todos corriendo, todos menos uno, mi protegido (el que sale en la foto conmigo). Era el más chico de todos los gatitos y cuando llegué se quedó parado mirándome y yo lo primero que hice fue obvio tomarlo en brazos. Ay que rico que eraaaaa, lo más tierno es que después me seguía a todas partes y me pedía que lo tenga en brazos. Lindo precioso. El resto de los gatitos eran más tímidos así que cero posibilidad de tomarlos, pero al menos algunos se dejaron acariciar. El que más me impresionó fue papá gato que al parecer no conocía los cariños, pero una vez que se los mostré no me lo podía sacar de encima haha. Ayyyy es que me da ataque de amor de sólo contarles.
Durante los demás días logré tomarlos a todos, nos hacíamos cariño y jugábamos, fue lo máximo. Incluso el martes, el día que más llovió, onda a cántaros, estaban todos muertos de frío así que les hice una carpa para que duerman todos juntos, estaban felices. Les juro que papá gato me miraba con una cara de agradecimiento tan cuática que de acordarme me dan ganas de llorar. Que ganas de haber sido de su porte y meterme ahí en la camita con todos los demás gatos, si o no que sería demasiado bacán ser un gato y dormir como ellos? Mataría a alguien por lograrlo, ay….siempre ando pensando en matar a alguien a cambio de algo haha.
Así que bueno….los gatos quedaron felices con su camita calentita y con su comida whiskas para bebé que les compré y que amaron. Aparte de dedicarme a apadrinar gatos estuve en el clásico Entrelagos, tomando helado de mazapán y de menta. Yo sé que no juntan ni pegan pero son mis favoritos, así que como viajo tan poco tenía que probarlos los dos al mismo tiempo. No tuve tiempo de pedir un submarino (leche caliente con una barra de chocolate sumergida), pero mi hermana lo hizo y dijo que estaba cuático.
Estas son fotos de la tienda del Entrelagos, que está al lado del café. Es una obligación pasar por ahí a comprar regalines para traer a Santiago.
También fuimos a la Kunstmann, donde comimos unas papas bávaras increíbles. Venían con una salsa picante súper rica y chorizillo y unas gordas, a mi no me gusta la carne de cerdo pero probé las gordas porque tenían muy buena pinta y me encantaron, lo admito. Y como no me gusta la cerveza, pedí un jugo de frambuesa que estaba espectacular y me fui a la tienda de recuerdos a comprar regalos.
Algo que lamentablemente no pudimos hacer por culpa de la lluvia fue hacer canopy. Lo habíamos hecho la última vez que estuvimos en Valdivia y había sido tan entrete que queríamos ir de nuevo. Nos levantamos un día bien temprano y partimos al Parque Oncol, ahí puedes tirarte en Canopy desde 4 plataformas. Pucha que nos dio lata no haber podido hacer eso, pero llovía tanto que cuando llegamos nos dijeron que estaba todo suspendido. Si alguna vez van a Valdivia y les toca buen clima, tienen que hacerlo. Es demasiado entrete, aparte que cuando pasas a la cuarta plataforma tienes que cruzar un puente colgante y te tiras por una cuerda de más de 320 mts. Onda nada que envidiarle a Indiana Jones haha.
Como no pudimos hacer canopy, tuvimos que conformarnos con tomar chocolate caliente en la cafetería (muy recomendable) y a mi familia se le ocurrió la brillante idea de hacer una caminata por el bosque bajo la lluvia.
Honestamente, a pesar de que no soy una amante de las actividades de ese tipo, igual me gusta practicarlas de vez en cuando, el único problema es que ODIO la lluvia y si hay algo que odio aún más que eso es tener que pisar barro, me da asco. Además que mis zapatillas eran lo menos abrigadoras que había y estaban tan lindas que me daba pena embarrarlas. Por suerte son impermeables, así que después de la súper estresante caminata pude limpiarlas y dejarlas como nuevas.
Salgo TAN rubia en esa foto! Les gusta? A mi como que si….
La mejor recompensa de ese día fue llegar donde mi abuela a ver a los gatos y comer pescado frito con puré. Amo esa comida, en verdá amo cualquier cosa que tenga puré, pero el pescado frito bien crocante me encanta también. Así que a pesar de todo ese fue un día bacán porque comí rico y vi a mis gatitos.
Al día siguiente, nos fuimos a despedir de los abuelos y los gatos (se mueren la pena que me dio, aunque se los dejé encargados a mi tía) y nos fuimos a Pucón. Pasamos a almorzar a Villarrica a un lugar que quedaba por el camino y que nos tincó. Se llamaba Casa A creo, era bien bonito, con vista al mar y con unas papas fritas tan ricas que creo que jamás olvidaré.
Después llegamos a Pucón, dejamos nuestros equipaje en la cabaña y partimos a las termas. Como muchas saben, por ahí está lleno de termas, primero fuimos a unas que estaban cerca pero apenas nos bajamos se notaba que eran enfermas de rasca así que salimos lo más rápido que pudimos haha. Y llegamos a un lugar tan pero tan maravilloso que se los recomiendo todo el rato.
Fuimos a las Termas de Menetúe, se mueren lo lindo que es camino para llegar hasta allá!! Está como a 45 mins de Pucón más o menos, quizás un poco menos…..pero nosotros demoramos en llegar porque el camino era tan pero tan lindo que nos fuimos súper lento y paramos mil veces a tomar fotos. Estaba lleno de praderas, estanques, árboles y animales, ay es que era una maravilla, uno de los lugares más lindos que he visto en la vida.
Y cuando llegamos al lugar WOW, era precioso. Todo estaba hecho de madera y piedra y tenía tan pero tan buen gusto que hasta me dieron ganas de comprarme una cabaña en el sur e irme a vivir para allá….como por dos días haha. En serio, todo era hermoso. Las piscinas eran bacanes, aunque mi hermana y yo no nos bañamos. Me dio lata porque en verdad odio compartir piscina con otras personas y porque me daba frío y lata cambiarme de ropa. A mi me gustaba cuando chica ir a las Termas de Coñaripe, porque ahí la habitación estaba al lado de las piscinas y podía ir a cambiarme más cómodamente, pero bueno….también hay panorama para la gente jodida como yo. Con la Dani nos quedamos en la cafetería tomando chocolate caliente y viendo Alice in Wonderland en mi computador. Yo me había llevado mi compu porque tenía que mandar unas cotizaciones y resulta que ahí no encuentras señal por ninguna parte, eso es lo único malo.
Pero tampoco es el fin del mundo desconectarse durante un par de horas, right? Igual lo admito….estaba como angustiada sin poder conectarme, pero lo superé gracias a mi peli, el chocolate caliente, la vista maravillosa y la compañía de mi hermana. Aunque claro, después de tantos días juntas, haciendo lo mismo y viéndonos todos los días ya como que no teníamos ni tema de que hablar haha.
Después en la noche volvimos a Pucón, estuvimos metidos en un taco infernal y logramos llegar al fin a Fiorentini. Uno de los mejores restaurantes de comida italiana ever. Si van a Pucón no se lo pueden perder. OMG, quedamos todos fascinados con la comida y la atención. Lo que yo siempre hago es buscar recomendaciones en Trip Advisor y luego ver los comentarios de los lugares que me tincan en Foursquare. Resulta que este restaurant no tenía absolutamente ningún comentario negativo y como el 80% decían que tenía que atenderlos Daniel. Cuando llamamos para hacer la reserva nos atendió el teléfono el famoso Daniel, pero en el lugar nos atendió otro niño, que estuvo muy bien. Igual pasó Daniel a saludarnos y en verdá como que quedé con ganas que nos haya atendido porque era demasiado simpático, hablamos como 3 minutos con el pero nos hizo morir de la risa. Le preguntamos por qué era tan famoso y dijo que en verdá todos los comentarios eran de su mamá haha.
Yo pedí un mojito de frambuesa que estaba enfermo de fuerte, con uno y el estómago vacío quedé semi curá haha. Y mi plato de gnochis rellenos de queso roquefort con salsa de champiñones y tomates secos estaba increíbleeeee. Yo pedí de postre una degustación de tiramisú (si hay algo es amo es los restaurantes con degustación de postres en la carta). Y ese panqueque con caramelo, manzanas y helado es lo que pidió mi mamá, era enorme así que tuvimos que ayudarla, obvia.
A todo esto, si haces check in con Foursquare te hacen 10% de descuento, que no es malo porque el lugar no es barato pero es un imperdible en Pucón.
Al día siguiente mis papás tenían unos trámites que hacer, así que fuimos con mis hermanos a pasear por el centro y almorzamos en una Hostal que se llama École donde tienen un restaurant vegetariano que también tenía excelentes comentarios. Y como mi hermano es vegetariano, qué mejor. El lugar era súper lindo, nos sentamos afuera y pedimos primero un pan mapuche que se llama Catuto, que viene con pebre, hummus y tzatziki. Lo primero que nos llevaron fue un pan integral con una salsa como de yogurt y pebre. Era ene, nosotros pensamos que eso era el famoso catuto, pero como las salsas eran un poco distintas y faltaba el hummus fui a preguntar qué pasaba. Cuando le pregunté a la mesera, me dijo que todavía no llevaban el Catuto y que todo eso era cortesía de la casa, que tchori porque estaba todo súper rico. Especialmente el pebre.
Cuando llegaron con el Catuto casi me muero, es lejos uno de los panes más ricos que he comido en mi vida. OMG, pienso en el y me dan ganas de ir corriendo hasta Pucón a comerlo de nuevo. Era ESPECTACULAR, súper húmedo y estaba calentito ayyy, maravilloso! De plato de fondo mis hermanos pidieron verduras salteadas con curry y arroz integral. Yo pedí un sandwich que venía con pesto, verduras salteadas, queso fundido y lechuga. Eso no me gustó mucho, es que en verdad no me gustan las verduras saltedas, sólo me gustan crudas. Así que mi hermano se comió casi todo mi sandwich y yo ya estaba bien pero admito que quedé con ganas de pedirme otro Catuto. Juro que la próxima vez volveré sólo a comer eso y pedir hasta para llevar, o la receta si se paletean y me la dan. Es que estaba increíble. Además de que era súper barato todo. Nos salió todo $15.000 con propina.
Lo otro tchori de ese lugar es que es súper acogedor. Después de nuestro almuerzo nos quedamos en una sala de estar donde tienen un piano, una barra y varios juegos de mesa. Nos quedamos ene rato jugando The Trivium, el mejor juego de mesa de la vidaaaaaa. Nunca en la vida lo había visto y mucho menos jugado pero lo encontré lo máximo. Es que amo amo amo AMOOOO los juegos de trivia, así que si alguna de ustedes sabe donde puedo encontrarlo y me lo dice me haría DEMASIADO feliz. Durante el resto de la tarde visitamos las ferias, no me gustó la que tenían en la plaza porque era demasiado artesanal para mi, pero me gustó mucho una que está a la orilla del lago donde tenían poquitos puestos pero bien top. Yo me compré unos aritos súper lindos.
Después acompañamos a mi hermano a comprar ropa y nos juntamos con unas primas y amigas de ellas en el Cassis donde para variar pedí un chocolate caliente que venía en versión como submarino porque era leche caliente con chocolate de verdá. Lo tchori es que el chocolate venía en un palito, así como una paleta y así era mucho más fácil hacer que se derrita. Lo otro tchori es que tienen chocolate caliente de menta, normal y bitter. Yo pedí el de menta y me encantó.
Después nos despedimos y fuimos a juntarnos con los papás, dimos un par de vueltas y para variar terminamos comiendo, obvio. Fuimos a La Crepería. Estaba súper lleno y tuvimos que esperar un rato afuera pero valió totalmente la pena porque pucha que era rico. Me encantó. Yo pedí un crepe de pollo con palta que estaba muy rico, pero el que pidió mi mamá de camarones era lejos el mejor. También pedí un té que se llamaba algo así como romance parisino, por la descripción se veía bien rico pero era un poco ácido, así que les recomendaría que pidan cualquier otra cosa y un crepe de camarones. O uno dulce porque el que pidió mi hermana con nutella y frutillas estaba muy bueno también. En verdá todos quedamos felices con lo que pedimos, pero yo necesito volver y pedirme uno de camarones, ay es que amo los camarones, me obsesionan.
Después de eso ya estábamos demasiado cansados, Pucón es demasiado chico así que ya lo habíamos recorrido entero mil veces y ya no nos quedaba espacio para seguir comiendo, así que nos fuimos a dormir a la cabaña ya que al día siguiente partíamos temprano de vuelta.
En Pucón la primera noche nos quedamos en unas cabañas que se veían súper bien pero que en verdad no nos gustaron para nada, eran lindas por fuera pero por dentro ahí no más y era para morirse de frío. Además que el dueño era medio tonto y nunca anotó bien los días de reserva, nunca confirmó que estaba reservada la cabaña y al final optamos por buscar otro lugar al día siguiente. Así que las cabañas que no les recomiendo se llaman El Edén de Pucón y las que si les recomiendo todo el rato porque son lindas, tienen una vista hermosa y además vienen con desayuno (que sirven a las 10 am, así que no lo alcanzamos a probar porque nosotros viajamos antes de eso), se llaman La Dolce Vita. Son súper acogedoras y tienen vista al lago y súper buena atención. Lo mejor es que son calentitas.
De todas maneras lo mejor es reservar con anticipación, nosotros lo hicimos todo al lote porque recién camino a Valdivia decidimos lo de Pucón y fue demasiado complicado encontrar donde quedarnos, así que si viajan, aunque sea en temporada baja traten de hacerlo todo con tiempo. Y bueno, en el viaje de vuelta todo bien. Lo que si pasamos a Chillán porque mi papá tenía unos trámites que hacer, además que quería mandar a lavar la camioneta porque se mueren lo asquerosa que quedó con todo el barro que pisamos y todo lo que llovió. Yo me quedé en la casa de mi abuela esperando y luego nos fuimos a ver a unos amigos de mis papás, tomamos once ahí y nos fuimos tarde a Santiago, llegamos a las 2 am!
Yo estaba muerta de sueño, además que soy del tipo de persona que se sube a un auto y se queda dormida haha. Me dormí durante todo nuestro viaje al sur, pero durante el trayecto Chillán-Santiago mi misión era entretener a mi papá y animarlo porque iba muerto de cansado manejando. Así que no pude dormir y estuve obligada a contarle historias de carretes wild on para que se ría y se mantenga despierto. Con tanta historia que tengo demás que alcanzábamos a llegar hasta Arica haha.
Y eso mis queridas lectoras, esas fueron mis vacaciones en el sur. Tengo también otras vacaciones planeadas supuestamente, pero con la cantidad de trabajo que tengo es probable que tenga que dejarlas para fin de año, lo que si….ahí serían unas vacaciones pudiesh fuera de tChile. Así que ando full metida en despegar.com viendo paquetes de vacaciones.
Como dato, les aconsejo que antes de meterse a ver pasajes borren las cookies de su explorador. Yo había leído que eso es mejor para encontrar precios más baratos pero nunca lo había pescado hasta que lo experimenté en persona. El otro día estaba en el aeropuerto y me puse a buscar pasajes desde el compu de la oficina, como se imaginarán en ese computador si que compran pasajes….busqué un paquete turístico y me salió que costaba 800 lucas por persona. Después llegué a mi casa y me metí a buscar el mismo paquete, como mi compu es nuevo y nunca antes me había metido a la página, me apareció el mismo paquete pero a 550 lucas! Atróh!
Así que es cierto lo que dicen sobre las aerolíneas y agencias turísticas que suben sus precios basadas en el historial de navegación. Lo que pueden hacer es cambiar de navegador o borrarle las cookies, yo hice eso y cero problema.
Besis para todas, volveré pronto con otro momento rubio, ay es que me encanta pelar el cable con esta sección haha.