Momento Rubio #3

Holi lindas amorosas, ¿como están? ¿Cómo estuvo el fin de semana?

El mío estuvo bueno, no perfecto, pero bueno. Quizás yo esperaba más porque era mi último fin de semana oficialmente sola, antes de irme a vivir con mi familia. Pero no me puedo quejar, porque he estado todo el año sola y pucha que he aprovechado tener mi departamento de solterona.

Tengo tanto que contarles, primero que todo quiero compartir mi felicidad porque AL FIN la maldita de la corredora de propiedades me dio mi salvoconducto para irme del departamento. No les había contado, pero tuve muchos problemas para irme, se los voy a contar en otro post esta semana porque como no es un tema rubio, nada que ver contarlo aquí. Además que este tema se merece un post propio porque voy a destruir a todos los que me pusieron problemas para irme. Malditos estafadores.

Pero bueno, salió todo bien y ya estoy empezando con la mudanza, el finde estuve guardando mis cosas del clóset en cajas y ayer logré llevar a mi nuevo departamento casi toda mi ropa, yay!

De hecho una de las pocas cosas buenas de embalar para una mudanza es que puedes reorganizar todo, botar y regalar cosas que ya no te sirven y lo mejor mejor mejor de todo, es descubrir cosas que habías olvidado que tenías.

Primero me mega emocionó haber encontrado un chaleco amarillo con flores que amo y que nunca he usado haha, pero hace meses quise usarlo y no pude encontrarlo y me dio pataleta y di vuelta todo el clóset sin tener éxito. Así que estoy feliz de que haya aparecido.

Lo otro que me encantó demasiado fue encontrarme con unas tarjetas viejas que ni si quiera recordaba que tenía.

De izquierda a derecha:

– Una tarjeta que me mandó mi nana favorita de la vida, la Tati. La amo porque prácticamente nos crió, viajaba con nosotros de vacaciones y me hacía unos peinados bacanes cuando chica. Así que me encantó encontrar esa tarjeta, porque hace tiempo que no se de ella, pero le hablaré por fb.

– Mi servilleta favorita de uno de mis cumpleaños cuando chica. Estaba obsesionada con los unicornios (ok, todavía lo estoy).

– Una tarjeta que me dieron mis papás cuando cumplí 8 años.

– Una carta que me mandó una de mis mejores amigas cuando teníamos 10 años  y ella se mudó a Osorno. Me encantó encontrarla porque ella me contactó por fb hace como un año, linda.

– Una tarjeta de Strawberrry Shortcake que me mandó mi abuela pollito desde Santiago cuando cumplí 2 años. Amo amo amo esa tarjeta. Aunque está toda rayada por mi, porque claro….tenía 2 años y rayaba todo lo que me encontraba.

– Una invitación de Barbie al cumpleaños número 10 de una amiga del colegio.

– Una sección de un diario de 1994 que me regaló la pollito que viene con puras canciones de niños. Me trae lindos recuerdos porque ella me las cantaba todas las noches y aún me acuerdo.

Ayyy, que lindos recuerdos!! Juro que los voy a guardar hasta que me muera.

Con respecto a mis carretes del fin de semana, nada muy especial tampoco. Me junté con mis amigos, fui a un carrete donde no conocía a nadie pero obvio que terminé siendo el centro de atención y hablando toda la noche de mi haha, así que fue la noche perfecta para mi. Salí a bailar, entré gratis y tomé gratis adentro. Hay tantas cosas que se pueden conseguir con hacerle un par de ojitos al barman, me encanta.

¡¡Aaahhh, pero es que se mueren lo que me pasó!! Conocí al amor de mi vida.

El viernes, iba caminando hacia mi casa, feliz con mi salvoconducto al fin en mis manos y de repente veo que viene caminando un mino super mino, con pinta de extranjero (y ustedes saben que yo AMO a los extranjeros). El asunto es que el iba cruzando la calle y yo también, pero en sentidos contrarios. Yo vi su pelo rubio desde lejos y estaba feliz que en algún momento íbamos a cruzarnos en la calle e iba a poder escucharlo hablar, porque el iba caminando con una niña que al parecer también era extranjera.

Por su pinta pensé que era alemán, así que esperaba escucharlo hablar alemán, pero noooo…..minurri pasó al lado mío hablando inglés británico, AAAA!!! Amo amo amo a los ingleses, ese acentoooo y la manera en que dicen «water», «letter» y «Harry Potter», me mataaaaaa.

Ese mismo día, me junté con mis amiguis gringas Kristen y Chrissy, estuvimos toda la tarde hablando sobre minos y pintándonos las uñas. Las gringas estaban preocupadas de tener las uñas impecables para ver a Daddy Yankee anoche en el Festival de Viña. No he hablado con ellas, pero espero que lo hayan pasado super.

Ok, el asunto es que en un momento nos dio hambre y encargamos sushi, resulta que yo tengo abajo de mi edificio el Niu Sushi, que es el mejor de la vida. Así que cuando fuimos a retirar nuestro pedido al local, nos encontramos justo al frente, en el Big John con el mijito rico que había visto en la tarde. Pasamos y el nos saludó, yo pensé que lo había hecho de coqueto pero noooo, resulta que el amor de mi vida conocía a mis amigas. Casi muero de felicidad. Hablamos un rato porque el iba a Ultra, el festival de música electrónica y nosotras teníamos que ir a buscar nuestro sushi. Ay pero lo amé, ese acento y además es tan simpático, uffff.

Al día siguiente, sábado…..fui a bailar con mis amigos, cuando cerraron la disco  y nos echaron a todos yo me fui con un amigo que vive cerca mío y que me iba a dejar a mi casa. En el camino me dijo que pasemos al McDonalds de Lyon con Providencia a comprar unas Pollo Junior que lo admito, me encantan y son tan baratas haha. Compramos 3 y nos fuimos.

Cuando iba saliendo de McDonalds, como a las 5.30 am, me encuentro nuevamente con mijito rico. Me acerqué a saludarlo y le regalé una hamburguesa. La verdad es que no recuerdo mucho qué hablamos, porque yo estaba muy curá, pero recuerdo que el estaba peor que yo así que da lo mismo.

Al día siguiente le mandé un inbox a Kristen y Chrissy para decirles que me encanta el, porque el viernes cuando me lo presentaron olvidé contarles que me había gustado, no sé por qué no lo dije. Quizás tenía cosas más importantes que hacer como maquillarme, comer sushi y tomar piscolita.

Así que el plan es obviamente que carretiemos con el para poder jotearlo. El único problema es que creo que las gringas lo conocen por otro mino, que también me gusta y que conocí para año nuevo sin saber que era amigo de ellas. Así que si llego a carretear con los dos voy a tener que jotearlos por separado porque los quiero a los dos para mi.

Y como si fuera poco, justo cuando creía que era el destino el que me hacía encontrarme con este inglés rico tantas veces en tan pocos días, anoche cuando salí a comprar algo al Líder me volví a encontrar con el. Aunque yo iba hablando por celu y el también, además que íbamos caminando en sentidos contrarios, pero me saludó y yo le sonreí de vuelta con cara de «quiero tener tus hijos».

Yo sé que es como obvio que si me lo encontré ya 4 veces en 4 días y en la misma área, debe vivir muy cerca mío. De hecho estoy casi segura que debe vivir en el edificio que está al frente del mío. Pero yo a pesar de que «conozco» a varias personas que viven por aquí, nunca me había encontrado tan seguido con alguien. Yo creo que el universo me está diciendo que me case con el. Estoy segura.

Así que si me lo vuelvo a encontrar, voy a invitarlo a salir. Y si no es así, le diré a las gringas que salgamos con el. Me encanta tener listo mi próximo objetivo, amo tener nuevos proyectos.

Eso con el momento rubio de la semana, muchas cosas buenas y aún muchas más que están por venir. El jueves es mi última noche en mi departamento en Providencia y el viernes mi primera noche con mi familia y con mis gatos. No puedo esperar a que llegue el momento.

Les dejo una canción vieja ya, pero que amo con la vidaaaaa y que no sé por qué me tiene obsesionada ahora más que nunca. Se la dedico a mi amigo Maxi que me la canta siempre.