El otro día, hablando con un muy amigo mío, cuya identidad no revelaré por motivos que pronto serán evidentes, me di cuenta que igual me gusta la maldá.
No es que sea una mala persona y disfrute con el sufrimiento ajeno, pero hay ciertas cosas que si bien el común de la gente repudiaría, a mi parecen encantarme.
Me explico. Mientras hablaba con mi amigui, no se por qué terminamos hablando de todas las cosas malas que hemos hecho alguna vez. Estábamos muertos de la risa, hasta que él se puso super serio y me dijo «Ya Cami, tengo que contarte algo, pero es algo terrible. Prométeme que me vas a querer igual y que si lo encuentras muy fuerte no me vas a decir nada». Yo, super asustada le dije que si, que obvio no le diría nada. Tenía miedo porque me imaginé lo peor de la vida y no quería que se destruya por completo la imagen que yo tenía de el, pero iba a morir de curiosidad si no me decía que era eso tan terrible que había hecho.
La verdad es que lo que hizo igual fue bien atroz, no puedo decirlo con mucho detalle, pero básicamente le hizo algo a alguien, que si bien era penca y se lo merecía, podría haberlo(a) matado, y de alguna manera era esa la intención de mi amigo. Atroz po, en ese momento, luego de escuchar aquel terrible secreto, procesé la información como por 1/2 segundo y le dije para su sorpresa: «Y alguien supo que fuiste tu?» – No, dijo el. – «Que la rajaaaaaaaaaaaaaa!!!!» Hahahahaha.
Su cara se desfiguró por completo. Pasó de la vergüenza al asombro, al alivio y a la alegría y emoción de darse cuenta que tengo una mente tan psicópata como la suya. Después agarró papa y me terminó contando un montón de cosas terribles también que había hecho, dignas de cualquier delincuente y ahí estaba yo muerta de la risa celebrándole cada tontera como que fuera la mejor gracia del mundo. Al día siguiente igual, iba por la calle y no podía dejar de reírme con las cosas terribles que me contó, hasta que después me puse a pensar «seré tan mala?». Es cierto que a veces soy cruel e incluso como que de repente se me pasa la mano parece….con cosas como estas, aunque honestamente….está lejos de importarme.
Aunque claro, estamos hablando de gente que de vez en cuando hace cosas malas, no gente que sea mala mala de verdá, así como la Quintrala o la persona que inventó la ley que dice que las Discos cierran a las 5:00 am y las botillerías a las 3:00 am.
Para ser honesta, me da mucha más pena ver a un perrito con hambre en la calle que a una persona muriendo de lo que sea. Creo en la pena de muerte y si entrara alguien a robar a mi casa, o quisiera hacerme algo a mi o a algún ser querido, con todo gusto lo mataría y sin piedad. No sé, creo que tengo un nivel bastante normal de maldá, pero si se meten conmigo…..ufff, arde troya.
¿Cuál es su nivel de maldad? ¿Son de esas que se sienten mal cuando sienten odio o les encanta tomar la justicia con sus propias manos, o derechamente tal, buscar la dulce venganza?